lunes, 15 de abril de 2013

Un alivio para el autismo

Nace un nuevo fármaco usado normalmente como diurético que podría aliviar algunos trastornos del Autismo según un estudio realizado por Yehezkel Ben-Ari y que se hizo en el Instituto Mediterráneo de Neurobiología de Marsella. La investigación se llevó a cabo en niños de tres a once años que padecían autismo. Pero, ¿en qué consiste realmente? En España se calcula que una de cada 150 personas desarrolla el conocido como el trastorno del espectro de autismo aunque para muchos sigue siendo un desconocido. Hoy se sabe que casi en un 90% de los casos se hereda. El autismo es un síndrome que se conoció en el año 1943 gracias a un psiquiatra austriaco llamado Leo Kanner. Debe quedar claro que no es una enfermedad sino un trastorno neurológico que afecta al niño para toda la vida en distintas áreas del desarrollo, en la percepción del medio y de sí misma. Los síntomas que puede presentar un niño con autismo son muchos y variados. Algunos de ellos son: dificultad para relacionarse con otros niños, poco contacto visual, aislamiento, poca sensibilidad al dolor, escaso contacto físico, resistentes al cambio, etc. Los padres pueden darse cuenta de que su hijo padece este trastorno si el niño tiene retrasos en el lenguaje, no responde a órdenes sencillas o bien no presta atención ni interactúa con su familia. En el caso de que estos síntomas estén presentes los padres deben acudir a un pediatra que los remita a un psiquiatra de niños que  diagnosticará con certeza el nivel de autismo que padece el niño.  Este trastorno no tiene ningún tipo de curación ya que como hemos dicho no es una enfermedad.  Sin embargo, si que es tratable. Es decir, se  puede conseguir una mejoría a través de una educación especial que se puede dar en una escuela especializada o bien mediante una dedicación muy individual. También hay quien recurre a la psicoterapia pero esta puede no ser de gran utilidad ya que los niños sufren déficit cognitivo y del lenguaje lo que dificulta la terapia.

Cartel de sensibilización
En Navarra existe la Asociación Navarra de Autismo (ANA). Es una asociación sin ánimo de lucro que fue creada en enero de 2012 en Pamplona. Está formada por la presidenta y madre de un niño con autismo, Amaya Áriz y un total de ocho profesionales El objetivo principal de esta asociación es mejorar lo máximo posible las habilidades sociales y personales de estas personas, fomentar su independencia y asegurar su integración en la sociedad. Además esta asociación ayuda y aconseja a los padres de niños autistas a que encuentren la manera en cómo educar a sus hijos. Vanessa Tanco es estudiante de Magisterio Infantil y Pedagogía en la Universidad de Navarra y lleva desde junio de 2012 colaborando con esta asociación navarra. Comenzó trabajando el año pasado en la Escuela de verano, un proyecto nuevo de la asociación que tiene como fin mantener el ritmo de terapia que estos niños llevan durante el curso pues nos asegura que “los parones y los cambios de rutina no les favorecen en su día a día”. Este proyecto es pionero en España y consiste en una terapia individualizada para cada niño fuera del curso escolar y que cuenta con grandes profesionales. Cada aula está formada entre 4 o 6 niños y cada uno de ellos tiene una voluntaria, una psicóloga y una pedagoga.  El pasado verano se apuntaron unos 35 niños y fue un éxito. Vanessa decidió ser voluntaria de ANA porque creyó que para su futuro como pedagoga y maestra de educación infantil le iba a venir bien conocer este trastorno de cerca ya que dentro de la educación especial es uno de los que más está aumentando. Cree que es una realidad a la que en un futuro tendrá que enfrentarse dentro de su propia aula o centro educativo en el que trabaje, por eso vio como una gran oportunidad de formación participar con ellos. Para Vanessa es una labor muy importante colaborar pues piensa que es imprescindible la integración e inclusión social de estos niños que el día de mañana llegarán a ser grandes personas como cualquier otro niño. Para ella ser voluntaria de ANA le aporta mucha satisfacción: “Los niños con autismo son muy especiales, como lo son en general las personas que padecen alguna necesidad educativa especial o discapacidad”. Antes de trabajar allí ella tenía una visión muy negativa, lo que todos conocemos como prejuicios. Pensaba que eran niños que apenas te miraban, te sonreían o sentían o que incluso eran reacios al cariño. Sin embargo, al entrar por primera vez en una de las aulas todo eso se le borró de la mente y comprendió que son niños que tienen “otra manera de ver el mundo, que si se aprende a tratarlos te pueden aportar tantas o más sonrisas que los demás, porque también sonríen, también sienten, sólo que no lo pueden expresar de igual manera que el resto”.

Vanessa Tanco, colaboradora de la Asociación Navarra de Autismo
Las actividades que realizan en el centro son muy diversas. Aprenden a vestirse, lavarse los dientes, comunicarse… Les ayudan a desarrollar habilidades sociales y funcionales a través de juegos infantiles, imágenes visuales y “modelaje” corporal. Además desde la asociación nos explican que los viernes los niños también pueden  hacer un cursillo donde les enseñan a nadar algo que les ayuda a continuar con su terapia. Hacen también alguna salida puntual por deseo de los padres o de la misma asociación. Hace poco, por ejemplo, hicieron una excursión a la granja. En Pamplona se celebró el pasado 6 de abril el Dia Internacional del Autismo y Vanessa pudo estar allí. El mal tiempo se convirtió en protagonista pues tuvieron que suspender los hinchables y el lanzamiento de globos. Sin embargo, asegura que el mal tiempo no pudo con la ilusión de celebrarlo y con el deseo de seguir contribuyendo a la sensibilización de la sociedad en este problema. Lo que más destaca de los niños que padecen este trastorno es “su mirada, su esfuerzo y su deseo de comunicarse. Sin duda tienen una sonrisa única”.