Nace un nuevo fármaco usado normalmente como
diurético que podría aliviar algunos trastornos del Autismo según un estudio
realizado por Yehezkel Ben-Ari y que se hizo en el Instituto Mediterráneo de
Neurobiología de Marsella. La investigación se llevó a cabo en niños de tres a
once años que padecían autismo. Pero, ¿en qué consiste realmente? En España se
calcula que una de cada 150 personas desarrolla el conocido como el trastorno
del espectro de autismo aunque para muchos sigue siendo un desconocido. Hoy se
sabe que casi en un 90% de los casos se hereda. El autismo es un síndrome que
se conoció en el año 1943 gracias a un psiquiatra austriaco llamado Leo Kanner.
Debe quedar claro que no es una enfermedad sino un trastorno neurológico que
afecta al niño para toda la vida en distintas áreas del desarrollo, en la
percepción del medio y de sí misma. Los síntomas que puede presentar un niño
con autismo son muchos y variados. Algunos de ellos son: dificultad para
relacionarse con otros niños, poco contacto visual, aislamiento, poca
sensibilidad al dolor, escaso contacto físico, resistentes al cambio, etc. Los
padres pueden darse cuenta de que su hijo padece este trastorno si el niño
tiene retrasos en el lenguaje, no responde a órdenes sencillas o bien no presta
atención ni interactúa con su familia. En el caso de que estos síntomas estén
presentes los padres deben acudir a un pediatra que los remita a un psiquiatra de niños que diagnosticará con certeza el nivel de autismo que padece el
niño. Este trastorno no tiene ningún tipo de curación ya que como hemos
dicho no es una enfermedad. Sin embargo, si que es tratable. Es decir,
se puede conseguir una mejoría a través de una educación especial que se
puede dar en una escuela especializada o bien mediante una dedicación muy
individual. También hay quien recurre a la psicoterapia pero esta puede no ser
de gran utilidad ya que los niños sufren déficit cognitivo y del lenguaje lo
que dificulta la terapia.
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| Cartel de sensibilización |
En Navarra existe la Asociación Navarra
de Autismo (ANA). Es una asociación sin ánimo de lucro que fue creada en enero
de 2012 en Pamplona. Está formada por la presidenta y madre de un niño con
autismo, Amaya Áriz y un total de ocho profesionales El objetivo principal de
esta asociación es mejorar lo máximo posible las habilidades sociales y
personales de estas personas, fomentar su independencia y asegurar su
integración en la sociedad. Además esta asociación ayuda y aconseja a los
padres de niños autistas a que encuentren la manera en cómo educar a sus hijos.
Vanessa Tanco es estudiante de Magisterio Infantil y Pedagogía en la
Universidad de Navarra y lleva desde junio de 2012 colaborando con esta
asociación navarra. Comenzó trabajando el año pasado en la Escuela de
verano, un proyecto nuevo de la asociación que tiene como fin mantener el ritmo
de terapia que estos niños llevan durante el curso pues nos asegura que “los
parones y los cambios de rutina no les favorecen en su día a día”. Este
proyecto es pionero en España y consiste en una terapia individualizada para
cada niño fuera del curso escolar y que cuenta con grandes profesionales. Cada
aula está formada entre 4 o 6 niños y cada uno de ellos tiene una voluntaria,
una psicóloga y una pedagoga. El pasado verano se apuntaron unos 35 niños
y fue un éxito. Vanessa decidió ser voluntaria de ANA porque creyó que para su
futuro como pedagoga y maestra de educación infantil le iba a venir bien
conocer este trastorno de cerca ya que dentro de la educación especial es uno
de los que más está aumentando. Cree que es una realidad a la que en un futuro
tendrá que enfrentarse dentro de su propia aula o centro educativo en el que
trabaje, por eso vio como una gran oportunidad de formación participar con
ellos. Para Vanessa es una labor muy importante colaborar pues piensa que es
imprescindible la integración e inclusión social de estos niños que el día de
mañana llegarán a ser grandes personas como cualquier otro niño. Para ella ser
voluntaria de ANA le aporta mucha satisfacción: “Los niños con autismo son muy
especiales, como lo son en general las personas que padecen alguna necesidad
educativa especial o discapacidad”. Antes de trabajar allí ella tenía una
visión muy negativa, lo que todos conocemos como prejuicios. Pensaba que eran
niños que apenas te miraban, te sonreían o sentían o que incluso eran reacios
al cariño. Sin embargo, al entrar por primera vez en una de las aulas todo eso
se le borró de la mente y comprendió que son niños que tienen “otra manera de
ver el mundo, que si se aprende a tratarlos te pueden aportar tantas o más
sonrisas que los demás, porque también sonríen, también sienten, sólo que no lo
pueden expresar de igual manera que el resto”.
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| Vanessa Tanco, colaboradora de la Asociación Navarra de Autismo |
Las actividades que realizan en el centro son
muy diversas. Aprenden a vestirse, lavarse los dientes, comunicarse… Les ayudan
a desarrollar habilidades sociales y funcionales a través de juegos infantiles,
imágenes visuales y “modelaje” corporal. Además desde la asociación nos
explican que los viernes los niños también pueden hacer un cursillo donde
les enseñan a nadar algo que les ayuda a continuar con su terapia. Hacen
también alguna salida puntual por deseo de los padres o de la misma asociación.
Hace poco, por ejemplo, hicieron una excursión a la granja. En Pamplona se
celebró el pasado 6 de abril el Dia Internacional del Autismo y Vanessa pudo
estar allí. El mal tiempo se convirtió en protagonista pues tuvieron que
suspender los hinchables y el lanzamiento de globos. Sin embargo, asegura que
el mal tiempo no pudo con la ilusión de celebrarlo y con el deseo de seguir
contribuyendo a la sensibilización de la sociedad en este problema. Lo que más
destaca de los niños que padecen este trastorno es “su mirada, su esfuerzo y su
deseo de comunicarse. Sin duda tienen una sonrisa única”.


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